Nuestro mundo incluye nuestro cuerpo, a nosotros mismos y al medio ambiente.

"El cuidado es una actividad de la especie que incluye todo lo que hacemos para mantener, contener y reparar nuestro 'mundo' para que podamos vivir en él lo mejor posible".
Joan Tronto + Berenice Fisher


Los centinelas Ramón, Vilma y Carmen personifican uno de los actos instintivos más trascendentes que los seres vivos tenemos- el placer de experimentar: cuidar y ser cuidados. Estas piezas surgen de una serie de reflexiones acerca de la violencia y buscan sensibilizar la manera en la que nos relacionamos entre nosotrxs-y con lo que no rodea.

Creemos que la abjetización es una herramienta que facilita la explotación y la violencia. Par ejemplo, con el medio ambiente, la cultura occidental considera al ser humano un ente separado del media ambiente y al medio ambiente cama un entorno hostil del que necesitamos defendernos y al que podemos explotar para obtener recursos necesarios para nuestra sobrevivencia. Esta visión se contrapone con por ejemplo la visión que tenían algunas culturas prehispánicas latinoamericanas donde el entorno y el ser humano eran parte de un todo y se cuidaban mutuamente a través de una relación recíproca. Si trasladamos esto a la relación entre personas, bajo el lente del capitalismo el valor de las personas se mide en términos de su capacidad productiva-. De este mismo lugar creemos que surge la-violencia de género que nos deshumaniza través de estereotipos.

En respuesta vimos la necesidad de trabaja en tomo al cuidado. Cuando uno cuida, teje una relación íntima con- el otro que trasciende las necesidades propias. Esta relación se alimenta con el tiempo y es un acto de responsabilidad mutua. No es posible cuidar sin escuchar las necesidades del otro, requiere de empatía y reconocimiento. Dado que el cuidado ha sida por años una actividad atribuida únicamente a las mujeres, buscamos trascender la barrera del género planteándonos una alternativa al paradigma bajo el cual operamos. Nuestra colección es una oda al acto de cuidar y la hacemos- a través de estos personajes ornamentados.

Sobre las piezas:

Echamos mano de procesas artesanales como el labrado a mano en madera sólida de Huanacaxtle o la aplicación del henequén tejida en las patas para transmitir una sensación de calidez. Usamos ornamentos para adornar a nuestros personajes y generar un contraste entre lo cálido y la frío. Por ejemplo, las manijas de Carmen, la cantinera hace referencia a las barras de acero de las cajas-fuertes.

A través del tejido de rattan materializamos la red de relaciones de cuidado mutuo que son

la base de toda sociedad. A su vez el tejido nos deja ver el tiempo y el cuidado que lxs artesanxs se toman en trenzarlo.

La carpintería la trabajamos con un taller ubicado en lztapalapa, Ciudad de México, con quienes llevamos más de 10 años colaborando. La herrería la fabricó Ducolab y las fibras naturales las tejió un taller familiar llamada Rattan ubicado al surde Ciudad de México.

Nos inspiramos mucho en las mujeres zapatistas, que son un grupo de mujeres indígenas de Chiapas en el sureste mexicano quienes se han organizada para resguardar sus costumbres y proteger a sus comunidades, ellas representan la fuerza, el coraje, la valentía, la belleza, el amor profundo y la dignidad que queremos transmitir a través de estas piezas.


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